miércoles, 29 de febrero de 2012

Positivismo y despertar

Muy buenas compañeros. Otro amigo se suma a La Isla. En este caso su nombre es Abril. Recibido con los brazos abiertos y esperando que se repita aquí va lo que nos quiere contar:

“Positivismo y despertar.

No sé de donde vengo, a dónde voy y mucho menos quién soy. Guerras, avalanchas, crisis, y comedias románticas; dónde dije sí digo Diego; sudo, frío, y ya no sé si quiero estar o estar contigo.

He tomado una decisión, voy a averiguar quién soy. Me importa menos de donde vengo pero tengo claro que ya no me quiero dejar arrastrar, y mucho menos sin saber hacia dónde. Desde hace algún tiempo quiero establecer contacto con la tierra que piso, de afianzar los pasos y de sentir que soy capaz de cambiar el rumbo. Cada día que pasa sé que está más cerca el momento de gritar y que se nos oiga, de dar un toque de atención, un toque serio, de mostrar nuestro inconformismo, y si hace falta incluso de cambiar nuestro modelo.
Tal vez hoy todo esto sólo sean ideas que me abruman, ideas ideales, pero tal vez mañana no lo sean…

Buenas noches”.

 Fdo. Abril

miércoles, 1 de febrero de 2012

Y yo estoy aquí y ahora. C´est la vie.

Quizá deba estallar una nueva guerra. Que los que queman los sueños no mueran en la impunidad. Tal vez debiéramos volver a mirarnos a los ojos con sinceridad y no evitarnos; acostumbrados a sobrevivir tapando agujeros.

Las llamadas a gritos se suceden de quien ha perdido la esperanza. Pero su lamento aún no se escucha en los corrillos de los que se mueven por intereses. Alienados nos gusta seguir la corriente.

Yo, mientras tanto, busco el frío en pleno invierno. No me acostumbro al trópico y su temperatura constante. Ni frío ni calor. Ni blanco ni negro. Y es que estamos en tiempos difíciles. Pretéritos que se aparecen en ciclos intermitentes. Y pienso si esta ola se llevará con su espuma toda esta suciedad.

En las noticias vemos estrellas fugaces, algunos menos malos de lo que nos hacen creer, otros peores que los primeros. El horizonte entre la justicia y la verdad parece desaparecer. “Toda verdad depende del prisma con el que se mire”, repiten creyendo que así les acompaña la razón.

El 2012 no hace más que saludarnos, pero lo miramos con desconfianza. Y en los albores de un cambio de piel, se requieren radicales símbolos y generosos líderes que nos comprendan. Pero no se vislumbra.

Y en mi cabeza repican las elocuentes palabras de Sampedro. Simples, sinceras, directas… Si todos tuviéramos esa claridad. En ocasiones bastaría con tener sentido común y humanidad.

Y yo estoy aquí y ahora, pero mi voz no la escucho. Me silencio en mi desilusión. Mi mundo se reduce a mi entorno y ni siquiera puedo cambiarlo de órbita. Tampoco sé si hay alguien ahí fuera al que le importe.

Pero me siento y pregunto: ¿aunque la humanidad llegue tarde al fin del mundo, es esto motivo para que dejemos de intentarlo?.


Adjunto enlace.
Entrevista de Jordi Évole a José Luís Sampedro